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lunes, 9 de junio de 2014

LAS MANSEDUMBRES HAN PASADO A LA HISTORIA

Las debilidades en todos los órdenes han sido nuestra desgracia. Pero al fin, hemos llegado al momento de los actos heroicos. Las mansedumbres han pasado a la historia. El león hispano ha sacudido sus melenas, ha lanzado un rugido violento, retador, se ha puesto en plan de ataque y aplastará bajo sus garras al comunismo y a los nacionalismos comunistoides. 

Sin remedio, sin remisión. El león hispano encarnado en esos bravos requetés, en los falangistas de camisa azul, como el cielo límpido y transparente de nuestra amada España, ha sabido tolerar hasta ayer. Hoy sabe matar. Los requetés, de rancio abolengo guerrero, los falangistas de sangre joven, de valor rayano en la temeridad, han entrado en la guerra para hacer la guerra. Están, diez días ha, en el frente de batalla. Y estos hombres, mansos e inofensivos corderos hasta ayer, a quienes despectivamente se les llamaba derechas, han dado muestras de la virilidad de un pueblo que sufre en silencio, pero no muere sin defenderse. Estos hombres, fusil al hombro y mochila a la espalda se han lanzado al monte a decir, a los enemigos de España que el español auténtico muere pero no se rinde. A decir al mundo entero que matar al hombre por salvar al pueblo es humanidad; que perder al pueblo por salvar al hombre es alto crimen. Ese dístico es la norma de sus vidas militantes. No es el odio al prójimo al prójimo lo que les mueve; es el odio al mal lo que les anima. Que también Moisés cantó un himno vibrante y solemne cuando Jehová hundió en el Mar Rojo a los egipcios. Que a Judith también se la ensalza con laudes ecuménicas, divinamente inspiradas, por haber segado el cuello de Holofernes. Que los Macabeos reciben también el respeto universal por los siglos de los siglos, porque al hacer la guerra supieron hacerla bien. 

REQUETES, FALANGISTAS. ¡Adelante! España y el mundo entero contempla con envidia, con fe en la victoria vuestra sana y santa rebeldía. Vuestro gesto arrogante no es un delito; no es conspiración contra las instituciones sociales; son precisamente las instituciones básicas del orden social, a saber, la familia, la escuela, la Iglesia, la propiedad, la unidad de la Patria lo que defendéis frente a un gobierno de intrusos, frente a una ley de energúmenos, frente a un nacionalismo capitidisminuído y destructor que, entregado al comunismo, ofende a Dios y a la Patria. 

No hay duda; España se salvará porque cuando un pueblo se resuelve a luchar por salvarse, se salva indefectiblemente. Existe un peligro: el egoísmo, la molicie, el poco patriotismo de los grandes capitalistas sedicentes católicos. Si no se tropieza con esos obstáculos, España se salvará en unos meses. Que cada uno en su puesto, cumpla con su deber

Pensamiento alavés Año V Número 1093 - 1936 Julio 31

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